Encuentro de promotoras/es en Agroecología de Mesoamérica y el Caribe

Guatemala, 2023

En un espacio cargado de historia y compromiso, los promotores de la agroecología se reunieron para intercambiar experiencias y reflexionar sobre el papel fundamental de la mujer en la milpa. El facilitador Aníbal Salazar dio la bienvenida a los participantes y les brindó una introducción a la metodología que se utilizaría: “metodología de punta”, basada completamente en enfoques manuales y sin tecnología.

Desde el inicio, quedó claro que el propósito de este encuentro era compartir vivencias auténticas, ya que los participantes son portadores de una valiosa experiencia en sus respectivas regiones. La dinámica de presentación comenzó con el facilitador colocando hojas con dibujos en el suelo, y cada promotora y promotor eligió una imagen con la que se identificaba, creando un gafete creativo utilizando “tecnología de punta”.

Durante este ejercicio, se exploró la identidad cultural y se les otorgó a cada uno de los participantes un espacio para explicar por qué eligieron su imagen representativa. María seleccionó la tierra como símbolo de vida, reconociendo su dependencia del agua. Osman se identificó con las lombrices, destacando su labor en la fertilización del suelo y su amor por el trabajo en la tierra. Rolando eligió el frijol, resaltando la importancia de la biodiversidad en todos los aspectos de la naturaleza.

A medida que cada persona compartía su elección y su significado, surgieron hermosas conexiones con la vida y la agricultura. Desde manos unidas simbolizando la unidad para el aprendizaje, hasta gallinas que representan la provisión alimentaria, las experiencias personales revelaron la profunda relación entre los seres humanos y la naturaleza.

El facilitador luego abrió un espacio para reflexionar sobre el papel de la mujer en la milpa y cómo han luchado y trabajado por su reconocimiento. Los promotores se organizaron y seleccionaron los elementos necesarios para cultivar una milpa: semillas, agua, abono, lombricomposta, sol, tierra, abejas. Cada uno compartió cómo contribuía a la cosecha de la milpa, destacando su aporte individual y reconociendo la interdependencia de todos estos elementos.

La participación y el diálogo se extendieron, creando un ambiente de aprendizaje y enriquecimiento mutuo. La sesión concluyó con una reflexión profunda sobre el papel erróneamente impuesto a las mujeres como cuidadoras y su invaluable labor en la alimentación de sus familias.

Para cerrar con una dinámica amena, el compañero Aldo propuso que formaran parejas y compartieran una palabra en su lengua materna, saludándose de una forma especial. Esta actividad promovió la diversidad cultural y resaltó la importancia de reconocer y valorar la riqueza lingüística de cada individuo.

En resumen, este encuentro entre promotores de la agroecología fue un espacio enriquecedor donde se compartieron experiencias, se reflexionó sobre el papel de la mujer en la milpa y se fortalecieron los lazos de comunidad. La agroecología sigue brillando como un enfoque vital para la sostenibilidad y el bienestar de las comunidades en Guatemala y más allá.

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