En una reciente visita, tuvimos la oportunidad de conversar con varios destacados agricultores que son pioneros en la metodología Campesino a Campesino. Estos compañeros, Felipe Tomás, Marcelo, Bonifacia “Washa” y Raquel, compartieron sus experiencias y éxitos en el ámbito de la agricultura sustentable.

En primer lugar, nos reunimos con Felipe Tomás, quien nos relató su proceso de formación a lo largo de los años y los países en los que ha compartido su experiencia. Felipe nos contó que, debido a la violencia en su lugar de origen, tuvo que migrar a México en 1980. Durante 8 años trabajó en Vicente Guerrero, Tlaxcala, y luego otros 8 años en Guerrero. Nos mencionó que desde muy joven vivió en la pobreza y se vio obligado a sembrar maíz debido a la explotación por parte del gobierno hacia los más desfavorecidos.

Felipe nos relató cómo conoció la agroecología a través de un programa de vecinos mundiales, donde un extranjero les habló sobre este enfoque en la iglesia católica. A pesar de no saber leer ni escribir, Felipe se interesó por la propuesta de conservación y cultivo de la tierra, ya que estaba presenciando los desastres causados por los agroquímicos. Comenzó a practicar en la tierra de un vecino, utilizando materia orgánica y observando los resultados. Con el tiempo, su cosecha se duplicó y otros campesinos se unieron a él en el aprendizaje y la práctica. Luego, fue invitado a compartir sus conocimientos en Honduras y en otros países que le extendieron invitaciones.

Posteriormente, visitamos la parcela de Marcelo, conocida como “La casa de Papá”. Marcelo nos contó que, desde 1994, tenía algunos conocimientos en agricultura, pero no contaba con suficiente espacio para cultivar y el alquiler de tierras era demasiado costoso. Para lograr su objetivo, decidió vender pan durante un tiempo para ahorrar dinero y finalmente adquirir su propia tierra en 1997. En total, compró 3 cuerdas de terreno de 40×40, donde lleva a cabo diversas actividades agrícolas.

Marcelo nos mostró cómo ha aprovechado al máximo su parcela desde entonces. Comenzó por comprender la textura del suelo y luego implementó técnicas como nivelación, construcción de acequias, creación de barreras vivas y purificación de árboles, aprovechando incluso la maleza. Desde 1997 hasta la fecha, en su parcela ha logrado cultivar maíz, frijol, panela, café, hortalizas, flores, criar animales, obtener frutas, leña, entre otros productos. Además, compartió detalles sobre la venta de los excedentes y aproximadamente cuánto ha logrado ganar gracias a su trabajo.

Finalmente, visitamos la parcela de Bonifacia “Washa” y Raquel, donde pudimos recorrer su espacio llamado “El porvenir: una tienda sin estantería”. Allí, pudimos apreciar su sección de plantas medicinales, aves y el trabajo que realizan en la destilación y procesamiento de productos.

Estas visitas nos permitieron conocer de cerca las experiencias y los logros de estos agricultores comprometidos con la agricultura sustentable. Sus historias y prácticas nos inspiran y nos muestran el potencial de la metodología Campesino a Campesino para promover una agricultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.